Nos aproximamos al nuevo año 1429/2008 con un balance positivo en el quehacer islámico en cuanto a varios asuntos, al hamdu lillah. Nuestra Comunidad Islámica crece y se desarrolla, lentamente, dando muy pequeños pasos, tropezando con fitnas a veces, pero globalmente nuestra Umma avanza, gracias a la Guía y a la Ayuda indispensables de Allah el Más Generoso.
Inch´Allah tenemos que superar nuestro lamentable estancamiento cultural e intelectual. Primer paso: analizar la realidad y mirar en frente los hechos tal y como son, y llamarlos por su nombre. El punto de partida no es otro que un Norte de la Península sin un sólo despacho ni ordenador ni teléfono islámicos hasta la apertura de Assalam en abril de 2006. Esto significa que tenemos unos 20000 musulmanes en el País Vasco, por ejemplo, llenos de móviles a la última, MP4s, sacando fotos y grabando sin parar, parabolizados y a menudo buenos conocedores del aeropuerto de Loiu, pero se trata de musulmanes que ni leen ni escriben, hermanos que hasta para hacer una fotocopia, un simple certificado, tienen que ir a pedirlo fuera de la Comunidad islámica, astaghfirullah.
¿Para cuándo la autocrítica? ¿Cuándo empezaremos a ver las telarañas que cubren los necesarios proyectos de desarrollo cultural e intelectual, siempre aplazados y siempre minusvalorados? ¿Cómo podemos enfrentarnos al gran desafío de mantener a las 2ª y 3ª generaciones vinculadas a la Comunidad islámica? ¿Qué futuro les espera si nosotros no creamos un edificio aquí y ahora, cuando y donde nos toca, con unas bases culturales e intelectuales sólidas?
Necesitamos las infraestructuras básicas (mezquitas, cementerio, etc) pero también nos urge desarrollar una buena organización y burocratización. Para ello hacen falta recursos humanos y económicos. Tenemos el handicap de ser básicamente una Comunidad extranjera que no acaba de asimilar que aquí está todo por hacer. No ha deshecho las maletas. No ha decidido que esta es su casa y va a ser la de sus hijos y nietos, inch´Allah.
Tenemos que apostar por abordar estas cuestiones urgentes. Quiera Allah subhana wa ta ala guiarnos, ayudarnos, facilitar nuestra tarea en 1429/2008 y perdonarnos por nuestras debilidades, desconcentración y por la gran debilidad de nuestro imaan, amin.
Inch´Allah tenemos que superar nuestro lamentable estancamiento cultural e intelectual. Primer paso: analizar la realidad y mirar en frente los hechos tal y como son, y llamarlos por su nombre. El punto de partida no es otro que un Norte de la Península sin un sólo despacho ni ordenador ni teléfono islámicos hasta la apertura de Assalam en abril de 2006. Esto significa que tenemos unos 20000 musulmanes en el País Vasco, por ejemplo, llenos de móviles a la última, MP4s, sacando fotos y grabando sin parar, parabolizados y a menudo buenos conocedores del aeropuerto de Loiu, pero se trata de musulmanes que ni leen ni escriben, hermanos que hasta para hacer una fotocopia, un simple certificado, tienen que ir a pedirlo fuera de la Comunidad islámica, astaghfirullah.
¿Para cuándo la autocrítica? ¿Cuándo empezaremos a ver las telarañas que cubren los necesarios proyectos de desarrollo cultural e intelectual, siempre aplazados y siempre minusvalorados? ¿Cómo podemos enfrentarnos al gran desafío de mantener a las 2ª y 3ª generaciones vinculadas a la Comunidad islámica? ¿Qué futuro les espera si nosotros no creamos un edificio aquí y ahora, cuando y donde nos toca, con unas bases culturales e intelectuales sólidas?
Necesitamos las infraestructuras básicas (mezquitas, cementerio, etc) pero también nos urge desarrollar una buena organización y burocratización. Para ello hacen falta recursos humanos y económicos. Tenemos el handicap de ser básicamente una Comunidad extranjera que no acaba de asimilar que aquí está todo por hacer. No ha deshecho las maletas. No ha decidido que esta es su casa y va a ser la de sus hijos y nietos, inch´Allah.
Tenemos que apostar por abordar estas cuestiones urgentes. Quiera Allah subhana wa ta ala guiarnos, ayudarnos, facilitar nuestra tarea en 1429/2008 y perdonarnos por nuestras debilidades, desconcentración y por la gran debilidad de nuestro imaan, amin.
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