Jutba del 25 de Junio del 2010
Alabado sea Allah, Quien nos guió [agraciándonos con la fe] y no hubiéramos
podido encaminarnos de no haber sido por Él. Atestiguo que no hay otra divinidad
excepto Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y
Mensajero. ¡Allah! Bendice a Muhammad, su familia, sus compañeros y todos los
que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
Mâlik Ibn Sa’sa’ah relató que el Profeta dijo: “Mientras estaba en La Casa
(La Ka’bah), en un estado entre el sueño y la vigilia, se me trajo un recipiente de
oro lleno de sabiduría y fe y se me abrió desde el f inal de la parte superior del
pecho hasta la parte inferior del abdomen. Entonces fue lavado con agua de
Zamzam y llenado con sabiduría y fe. Luego se me trajo una bestia, menor que la
mula y mayor que el asno, de color blanco -dijo uno de los trasmisores: Es el
Burâq-. Sus pisadas llegaban al límite más lejano del horizonte. Me monté en él y
llegué a Bait Al Maqdis (Jerusalén), donde lo amarré al anillo usado por los
Profetas. Luego entré a la mezquita e hice dos raka’ât; luego salí. Entonces vino
Gabriel, la paz sea con él, con un recipiente con vino y otro con leche; yo elegí la
leche y dijo Gabriel: Has elegido lo natural (Al Fitrah).
Luego Gabriel me llevó hasta el cielo de este mundo y pidió que se le abrieran las
puertas. Alguien dijo: ¿Quién es?, y él respondió: Gabriel. Se le dijo: ¿Quién está
contigo? Respondió: Muhammad; se le dijo: ¿Acaso ha sido enviado? Gabriel
respondió: Sí. Entonces se dijo: ¡Bienvenido sea y qué visita más noble! Las
puertas se abrieron y cuando entré, encontré a Âdam (Adán). Me dijo (Gabriel):
Éste es tu padre Adán, salúdalo y yo lo saludé. Él correspondió a mi saludo y me
dijo: ¡Bienvenido sea el hijo y el profeta piadoso! Luego ascendió conmigo al
segundo cielo y pidió que se le abra. Se dijo: ¿Quién es?, y él respondió: Gabriel.
Se le dijo: ¿Quién está contigo? Respondió: Muhammad; se le dijo: ¿Acaso ha
sido enviado? Gabriel dijo: Sí. Entonces se dijo: ¡Bienvenido sea y qué visita más
noble! Las puertas se abrieron y cuando entré, encontré a Îsa (Jesús) y a Iahiah
(Juan el Bautista), y ambos son primos maternos. Dijo (Gabriel): Estos dos son
‘ Îsa e Iahiah, salúdales. Yo los saludé y me correspondieron; luego dijeron:
¡Bienvenido sea el hermano y el profeta piadoso! Luego ascendió conmigo al
tercer cielo y pidió que se le abra. Se dijo: ¿Quién es?, y él respondió: Gabriel. Se
le dijo: ¿Quién está contigo? Respondió: Muhammad; se le dijo: ¿Acaso ha sido
enviado? Gabriel dijo: Sí. Entonces se dijo: ¡Bienvenido sea y qué visita más
noble! Las puertas se abrieron y cuando entré, encontré a Iûsuf (José, hijo de
Jacob). Dijo (Gabriel): Éste es Iûsuf, salúdale. Yo lo saludé y me correspondió;
luego dijo: ¡Bienvenido sea el hermano y el profeta piadoso! Luego ascendió
conmigo al cuarto cielo y pidió que se le abra. Se dijo: ¿Quién es?, y él respondió:
Gabriel. Se le dijo: ¿Quién está contigo? Respondió: Muhammad; se le dijo:
¿Acaso ha sido enviado? Gabriel dijo: Sí. Entonces se dijo: ¡Bienvenido sea y qué
visita más noble! Las puertas se abrieron y cuando entré, encontré a Idrîs
(Enoch). Dijo (Gabriel): Éste es Idrîs, salúdale. Yo lo saludé y me correspondió;
luego dijo: ¡Bienvenido sea el hermano y el profeta piadoso! Luego ascendió
conmigo al quinto cielo y pidió que se le abra. Se dijo: ¿Quién es?, y él respondió:
Gabriel. Se le dijo: ¿Quién está contigo? Respondió: Muhammad; se le dijo:
¿Acaso ha sido enviado? Gabriel dijo: Sí. Entonces se dijo: ¡Bienvenido sea y qué
visita más noble! Las puertas se abrieron y cuando entré, encontré a Hârûn
(Aarón). Dijo (Gabriel): Éste es Hârûn, salúdale. Yo lo saludé y me correspondió;
luego dijo: ¡Bienvenido sea el hermano y el profeta piadoso! Luego ascendió
conmigo al sexto cielo y pidió que se le abra. Se dijo: ¿Quién es?, y él respondió:
Gabriel. Se le dijo: ¿Quién está contigo? Respondió: Muhammad; se le dijo:
¿Acaso ha sido enviado? Gabriel dijo: Sí. Entonces se dijo: ¡Bienvenido sea y qué
visita más noble! Las puertas se abrieron y cuando entré, encontré a Mûsa
(Moisés). Dijo (Gabriel): Éste es Mûsa, salúdale. Yo lo saludé y me correspondió;
luego dijo: ¡Bienvenido sea el hermano y el profeta piadoso! Cuando lo dejé atrás
lloró; se le preguntó: ¿Qué te hace llorar? Respondió: Este muchacho enviado
después de mí tendrá a más gente de su nación en el Paraíso que los de mi
nación. Luego Gabriel ascendió conmigo al séptimo cielo y pidió que se le abra.
Se dijo: ¿Quién es?, y él respondió: Gabriel. Se le dijo: ¿Quién está contigo?
Respondió: Muhammad; se le dijo: ¿Acaso ha sido enviado? Gabriel dijo: Sí.
Entonces se dijo: ¡Bienvenido sea y qué visita más noble! Las puertas se abrieron
y cuando entré, encontré a Ibrâhîm (Abraham). Dijo (Gabriel): Éste es tu padre
Ibrâhîm, salúdale. Yo lo saludé y me correspondió; luego dijo: ¡Bienvenido sea el
hijo y el profeta piadoso! Luego fue elevado para mí Al Bait Al Ma’mûr (Casa
Visitada). Pregunté: ¡Gabriel! ¿Qué es esto? Contestó: Esto es Al Bait Al Ma’mûr.
Setenta mil ángeles entran allí diariamente y luego de salir nunca vuelven a entrar
en ella. Luego se me elevó hasta el Loto del Límite; sus frutos eran grandes como
vasijas de barro y sus hojas como las orejas de los elefantes. Y había cuatro ríos:
Dos ocultos y dos visibles. Pregunté: ¡Gabriel! ¿Qué son estos dos tipos de ríos?
Me dijo: Los ocultos son dos ríos del Paraíso y los visibles son el Nilo y el
Eúfrates. Luego se me prescribió el Salâh: Cincuenta oraciones al día. Al volver
pasé por donde estaba Mûsa y él me preguntó: ¿Qué se te ordenó? Respondió:
Cincuenta oraciones al día. Me dijo: Tu nación no podrá cumplir con cincuenta
oraciones al día. Yo he probado a la gente antes de ti y he hecho con los israelíes
mi mejor intento. Vuelve, pues, a tu Señor y pídele que se reduzcan las oraciones
para tu gente. Yo volví y se me redujeron diez oraciones; al volver a Mûsa me
repitió lo dicho. Yo volví y se me redujeron diez oraciones; al volver a Mûsa me
repitió lo dicho. Yo volví y se me redujeron diez oraciones; al volver a Mûsa me
repitió lo dicho. Yo volví y se me redujeron diez oraciones, ordenándoseme diez
oraciones al día. Al volver a Mûsa me repitió sus mismas palabras y yo volví;
entonces, se me ordenaron cinco oraciones al día. Cuando volví a Mûsa me dijo:
¿Qué se te ordenó? Yo le respondí: Cinco oraciones al día. Me dijo: Tu nación no
podrá cumplir con cinco oraciones al día. Vuelve, pues, a tu Señor y pídele que
se reduzcan las oraciones para tu gente. Yo dije: He pedido a mi Señor hasta que
me dio vergüenza, así que estoy complacido y me someto (al mandato de mi
Señor). Cuando lo dejé atrás, una voz clamó: He dictaminado mi mandato y he
reducido la carga sobre mis siervos, y cada oración será recompensada por diez.”
Y en otras versiones del mismo Hadiz se narra que el Mensajero de Allah
dijo lo siguiente:
“Mientras me encontraba caminando por el Paraíso, vi un río cuyo cauce
era como una perla hueca, y pregunté: ¡Gabriel! ¿Qué es esto? Dijo: Éste es Al
Kauzar que tu Señor te ha regalado. Y su olor -o su barro- era de almizcle
fragante”.
“El techo de mi casa estaba agrietado cuando estaba en La Meca y Gabriel
descendió y abrió mi corazón y lo lavó con agua de Zamzam, luego trajo un
recipiente de oro lleno de sabiduría y fe y luego de vaciarlo en mi pecho lo cerró.
Luego me tomó de la mano y me ascendió al cielo. Cuando llegamos al cielo del
mundo (el primer y más bajo de los cielos) le dijo Gabriel al guardián del cielo del
mundo: ¡Abre! Preguntó: ¿Quién es? Respondió: Soy Gabriel. Preguntó: ¿Hay
alguien contigo? Respondió: Sí. Entonces abrió. Y cuando nos elevamos al cielo
del mundo he aquí que había un hombre con gente a su derecha y gente a su
izquierda, y cuando miraba a su derecha reía y cuando miraba a su izquierda
lloraba y me dijo: ¡Bienvenido sea el profeta recto y el hijo virtuoso! Le pregunté a
Gabriel: ¡Gabriel! ¿Quién es? Contestó: Es Adán y esa gente a su derecha y a su
izquierda son las almas de sus descendientes, los de la derecha son los
habitantes del Paraíso y los de la izquierda son los habitantes del Fuego, por eso
cuando mira a la derecha ríe y cuando mira a la izquierda llora. Luego Gabriel me
ascendió al segundo cielo y pidió a su guardián que le abriese; él contestó lo
mismo que en el del primer cielo y luego abrió”.
“Luego él me ascendió hasta que llegué a una altura en la que pude
escuchar el sonido de los cálamos (al escribir)”.
“Allah hizo obligatorias para mi comunidad cincuenta oraciones y regresé
con ellas y pasé delante de Moisés. Entonces dijo Moisés: ¿Qué es lo que tu
Señor ha ordenado a tu comunidad? Respondí: Ha ordenado para ellos cincuenta
oraciones. Entonces dijo Moisés: Vuelve a tu Señor (para pedirle una
disminución) porque tu comunidad no la va a soportar. Volví a mi Señor y Él me
disminuyó, luego retorné a Moisés y le informé, y dijo: Vuelve a tu Señor porque
tu comunidad no lo va a soportar. Y volví a mi Señor y me dijo: Son cinco y valen
por cincuenta y lo que he dicho no será cambiado. Volví así con Moisés quien me
dijo: Vuelve a tu Señor. Dijo: Tengo vergüenza de (seguir pidiendo una reducción
a) mi Señor. Luego viajé con Gabriel hasta el Árbol del Loto del Límite, que
estaba cubierto de colores desconocidos para mí. Luego entré al Paraíso y vi en
él cúpulas de perlas y su tierra era de almizcle”.
Que Allah nos bendiga con el Grandioso Corán y nos guíe para que Le
temamos como Se merece. Y pido a Allah que perdones nuestros pecados, pues
Él es Absolvedor, Misericordioso.
Segunda Jutbah
Alabado sea Allah, Quien fortalece y eleva a los creyentes. Atestiguo que no
hay otra divinidad salvo Allah, Único sin asociados, y atestiguo que Muhammad
es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia
y compañeros.
¡Siervos de Allah! Afirmaos en el Islam aferrándoos al asidero más firme y
sabed que Allah está con la comunidad y quien se aparte de ella será castigado
el Día del Juicio.
¡Allah! Te ruego indulgencia y bienestar en esta vida y en la otra. ¡Allah! Te
ruego indulgencia y bienestar en mis asuntos religiosos y mundanales, mi familia
y mis bienes. ¡Allah! Cubre mis debilidades y sosiega mis miedos. ¡Allah!
Protégeme por delante, por detrás, por mi derecha, por mi izquierda y por encima
de mí. Me refugio en Tu grandeza de ser engullido por la tierra.
Allah dice en el Sagrado Corán: “Allah ordena ser equitativo, benevolente y
ayudar a los parientes cercanos. Y prohíbe la obscenidad, lo censurable y la
opresión. Así os exhorta para que reflexionéis.” (16:90)
Invocad a Allah el Grandioso que Él os recordará siempre y agradecedle por
Sus gracias que os las incrementará.
Sabed que Él está bien informado de lo que hacéis, temedle pues, y pedid
bendiciones por el Profeta Muhammad, y repetid:
Allahumma salli ‘ ala Muhammadin
Ruegos y Súplicas a Allah