Teatro Islámico Assalam

domingo, 31 de octubre de 2010
El grupo de teatro islámico Assalam se ha creado en 2010 y tiene su lugar de ensayos en la Mezquita Assalam y en el Centro Ellacuria (C/ Padre Lojendio). Se reúnen los sábados y los domingos y ya están empezando a realizar actuaciones. Si te interesa colaborar, no dejes de contactarnos vía Mezquita. También se está iniciando gestiones para poner en marcha un grupo de anishid (música islámica). Anímate!

El Club Deportivo Assalam sigue adelante

El Club Deportivo Assalam se creó en 2009 y actualmente cuenta con cerca de 60 afiliados. Se trata de un equipo de futbol pero también se está empezando a pensar en poner en marcha otras actividades deportivas para jóvenes musulmanes, como atletismo.
El equipo Assalam entrena dos veces a la semana en el polideportivo de "El Fango" en Rekalde.
Si estáis interesados, poneros por favor en contacto con la Mezquita (94 416 60 96 / 665 742 737). Maa salama.

La Mezquita, cura para tu corazón

miércoles, 27 de octubre de 2010
"La Mezquita, cura para todos los males de tu corazón",
jutba de la Mezquita Assalam el viernes 22 de octubre.

Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Nuestros corazones son una confianza cuyos derechos debemos cumplir. A menudo un musulmán se queja de la oscuridad de su corazón diciendo: “Deseo curar mi corazón enfermo, ¿cómo podría ablandarlo? ¿Cómo lo mantengo ocupado recordando a Al-lah?

Siervos de Al-lah, estos corazones siempre deben ser cuidados y curaros; si el corazón se herrumbró a causa de los continuos pecados, esto hace que la persona se distancia de Al-lah y se vuelva conocido como uno de los pecadores; sería una calamidad si una persona muriera en ese estado. Por tanto, la pregunta es: ¿Cómo curaremos nuestros corazones? ¿Cómo los ablandaremos?

La cura islámica en este sentido es de muchos tipos, pero existe una cura muy importante a la cual debemos prestar especial atención y enfatizarla más que otras, y ella es el rol de la mezquita. Pero, ¿cuál es la conexión entre la mezquita y el corazón? ¿Cuál es el rol que la mezquita juega en reformar y corregir el corazón?

Nuestro Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, ha mencionado siete tipos de personas que serán cubiertas bajo la Sombra de Al-lah en el Día de la Resurrección, cuando no haya sombra alguna excepto la Suya, y uno de ellos es: “Un hombre cuyo corazón esté unido a las mezquitas”. Así que existe una fuerte conexión entre el corazón y la mezquita. Dice Al-lah, lo que se interpreta en español: {Al-lah Permitió que fuesen erigidas y honradas las mezquitas para que se invoque Su Nombre, y en ellas Le glorifiquen por la mañana y por la tarde, hombres a los que ni los negocios ni las ventas les distraen del recuerdo de Al-lah, la práctica de la oración prescrita y el pago del Zakat , pues temen el día en que los corazones y las miradas se estremezcan [el Día del Juicio].} [Corán 24:36-37]

Este es el mejor lugar de la tierra en la escala de Al-lah, sobre los que los ángeles extienden sus alas y donde la luz divina de la Guía de Al-lah se refleja; estos son lugares en los que los musulmanes compiten en la realización de buenas obras; lugares donde los musulmanes se reúnen y se realizan actos de adoración en obediencia a Al-lah; lugares donde los ángeles y la Misericordia de Al-lah descienden; lugares donde los corazones se purifican y se limpian; en ellos, todas las personas son iguales en sus postraciones y reverencia ante Al-lah en total sumisión.

Siervos de Al-lah, la noble frase ‘Al-lahu Akbar’ que emana de estas casas de Al-lah, glorificando a Al-lah, el Exaltado y Todopoderoso, es capaz de despertar los corazones dormidos y traer a los descarriados hacia la guía. Cuando el corazón de un creyente se vuelve como una lámpara brillante colgada en la mezquita, se hace extremadamente tranquilo y calmo. El aferrarse a la mezquita también significa que uno siempre se apresura a regresar a la mezquita tan pronto como pueda luego de que la ha abandonado, o que se siente un inmenso amor por ella; ambos significados son grandiosos y los eruditos islámicos los han mencionado cuando han abordado este tema.

Por tanto, la devoción a la mezquita y el asistir a ella continuamente para realizar actos de obediencia a Al-lah es una muy buena forma de curar los corazones; de hecho, esta es la cura para quien se queja de la dureza de su corazón y otras enfermedades de las que todos nos quejamos.
Debido a este gran apego y amor por la mezquita, cuando nuestro Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estaba aquejado por su enfermedad terminal, pidió a sus compañeros, que Al-lah Esté complacido con ellos, que lo llevaran a la mezquita para poder asistir a la oración en congregación, así que fue llevado con los pies de rastras. ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, dijo: “Es como si lo estuviese viendo (es decir, al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam) siendo cargado, marcando dos líneas en el suelo con sus pies, a causa de su enfermedad (porque no podía caminar solo)”. Él no podía levantar sus pies del suelo por eso se arrastraban.

Siervos de Al-lah, cuando alguno de ustedes va a la mezquita, está protegido por Al-lah. Cuando dejan su casa purificados por la ablución y van a realizar una de las cinco oraciones obligatorias, recibirán la recompensa de alguien que está en estado de Ihram realizando en Hayy, como en la narración mencionada en el libro del Imam Abu Dawud, que Al-lah le Dé Su perdón.

Es dificil pasar la noche entera realizando oraciones voluntarias. Pero se puede conseguir su recompensa, rezando las oraciones obligatorias del Isha y el Fayr en congregación, a su hora.

Cuando estamos presentes para cada primer ‘Al-lahu Akbar’ de cada oración en congregación durante cuarenta días consecutivos, en los cuales se reza doscientas oraciones, se reciben dos certificados, pero no de alguna universidad famosa, sino más bien de Al-lah, el Señor del cielo y la tierra: un certificado libera a su dueño del Infierno, mientras que el otro lo libera de la hipocresía.
Entonces, la pregunta es: ¿Cuándo se considera que una persona estuvo presente en el primer ‘Al-lahu Akbar’? La respuesta es:

Primero: Se debe estar parado en la línea cuando el Imam lo pronuncia.
Segundo: Se lo debe pronunciar inmediatamente después de él.

Solo cuando la persona reza doscientas oraciones consecutivas, lo cual llevará cuarenta días, puede conseguir esto. Algunas personas han tratado de lograr esto y así han descubierto un gran placer y tranquilidad en sus vidas. Intentar alcanzar esto ha sido la causa de que muchas personas regresen al camino correcto; esto ha cambiado sus vidas y ha hecho que se adhieran al Islam. Algunos de nuestros piadosos predecesores dijeron: “Estamos viviendo vidas tan placenteras que si los reyes descubriesen su dulzura y no pudiesen obtenerla sino combatiéndonos con sus espadas para arrebatárnosla, ellos lo harían”. Ellos estaban refiriéndose a la tranquilidad y calma del corazón que sentían cuando asistían a la mezquita; el asistir a las casas de Al-lah es realmente un ritual grandioso.

Es por eso que ellos nunca desearon renunciar a esto; ellos nunca hubiesen aceptado renunciar a ese gran placer, alegría y deleite del corazón que sentían cuando asistían a las mezquitas; es por eso que cuando le dijeron a Sa’id Ibn Al Musayib, que Al-lah le Dé Su perdón, que dejara Medina para poder buscar la cura para la enfermedad de sus ojos, él respondió: “Entonces no podría asistir a la oración del Fayer y del ‘Isha’ en congregación”. Es por esta razón que nunca fue hecha la llamada a la oración sin que él estuviera presente en la mezquita. Se reportó que muchos de nuestros virtuosos predecesores eran cargados por otros para ir a la mezquita debido a sus enfermedades, lo cual refleja su verdadero apego a la mezquita, y muchos de ellos murieron estando dentro de las mezquitas.

Siervos de Al-lah, es un gran honor ser el primero en entrar a la mezquita, como fue reportado en una narración auténtica que uno de los compañeros del Profeta, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “Existe un ángel con una bandera (de honor) que acompaña a la primera persona que va a la mezquita por la mañana, y permanece allí hasta que regresa con él a su casa luego de que ha realizado (la oración)”.

Durante el viernes, los ángeles se sientan en la entrada de la mezquita registrando los nombres de quienes asisten primero a la oración, luego el segundo, luego el tercero, y así hasta que el Imam sube al púlpito, entonces cierran su registro. Esta es otra forma de ser honrado por Al-lah, especialmente para quienes asisten primero. Quienes asisten a la mezquita en momentos de oscuridad (es decir, a las oraciones del Fayer y el ‘Isha’) deben alegrarse con la buena noticia de tener una completa y perfecta luz en el Día de la Resurrección.

El esperar por la siguiente oración después de haber terminado una, da como resultado que nuestro nombre sea registrado en el ‘Iliyun, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y por cierto que el registro de los justos está en un libro llamado ‘Iliyun. ¿Y qué te hará saber qué es el ‘Iliyun? Es el libro donde se registran las obras de los piadosos, y al que atestiguan los [Ángeles] allegados.} [Corán 83:18-21]

Si tan solo las personas conocieran la grandiosa recompensa de rezar en la primera fila de la mezquita durante la oración comunal, competirían para estar allí. El dejar la casa en un estado de pureza (es decir, habiendo realizado la ablución) y dirigirse a la mezquita con el cuerpo y el corazón limpios, tienen un enorme efecto sobre la persona cuando se realiza esto sinceramente por la causa de Al-lah.

Las mezquitas son las moradas de los virtuosos; las personas piadosas del pasado enviaban allí a sus hijos para educarse y ser entrenados en los buenos modales. Contrariamente a lo que algunos padres están haciendo en la actualidad, donde son testigos de que sus hijos abandonan sus oraciones en la mezquita, parcial o totalmente, e incluso en sus casas, para poder ver programas de televisión por ejemplo; parece que tales padres nunca hacen ningún esfuerzo para dirigir e instruir a sus hijos, y por lo tanto ellos han quebrantado su confianza y son negligentes en educar islámicamente a sus hijos.

Nuestros predecesores virtuosos nunca sacrificaron las recompensas de rezar en congregación (las cuales se pierden si uno reza solo). El anhelar estar en la mezquita refleja el alto nivel de fe y compromiso que se tienen en el corazón.

Debemos siempre utilizar este método para curar el corazón. Quienes se especializan en educación frecuentemente hablan acerca de los medios para purificar el corazón y elevar el nivel de la fe. La elevación del nivel de fe de las personas y la purificación del corazón ocurren en la mezquita, así que apresurémonos a realizar este gran acto de adoración y asistir a las mezquitas para las oraciones, para así reformar y rectificar nuestros corazones, elevar nuestro rango y acercarnos a Al-lah.

Siervos de Al-lah, cuando una persona entra en una de las casas de Al-lah, siempre se beneficiará de una u otra forma, ya sea que realice una oración obligatoria o una opcional o espere para la oración en congregación, lo cual tiene la misma recompensa de realizar la oración. También se pueden hacer súplicas entre la llamada a la oración (Adhan) y la llamada para iniciarla (Iqamah), o mencionar a Al-lah. Los ángeles piden perdón por esa persona mientras está sentado en la mezquita. Además, se puede conocer a un hermano virtuoso en la mezquita, y ¿dónde más se puede conocer a una persona piadosa sino es en la mezquita?

Las mezquitas en el pasado siempre estaban llenas de personas mencionando a Al-lah y que participaban en círculos de conocimiento. En las mezquitas la gente encontraba muchas formas de realizar obras virtuosas. Asistir a la mezquita eleva nuestro rango y honor, por eso debemos tener interés por asistir a ella continuamente y siempre recordar la recompensa que resulta de esto.

Cada paso hacia la mezquita eleva nuestro rango un nivel, borra un pecado y gana una recompensa, y las recompensas son siempre multiplicadas por Al-lah. Nuestros predecesores virtuosos caminaban a pasos cortos para así aumentar el número de pasos que daban mientras caminaban hacia la mezquita, para que así su recompensa sea más grande. Se debe caminar calmadamente no cruzar los dedos mientras se camina hacia la mezquita, porque el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, prohibió eso.

Las casas de Al-lah fueron objeto de demolición por los enemigos de Al-lah, esto es porque ellos se dieron cuenta de su valor mejor de lo que algunos musulmanes lo hicieron, por eso fueron blancos de sus ataques y continúan apuntándoles con diferentes tipos de herramientas destructivas. Así, asistir a ellas y resaltar su rol es de hecho un gran objetivo para cualquiera que glorifique al Islam y quiera apoyarlo. Nuestros enemigos odian estos lugares donde el Nombre de Al-lah es mencionado, y por eso destruyeron muchas mezquitas en varios países musulmanes.

Debemos agradecer a Al-lah por poder asistir a la mezquita a salvo, y esta gratitud es expresada mediante el aumento de nuestra asistencia, llegando temprano a las oraciones, permaneciendo en ella y recitando el Corán, y asistiendo a círculos de estudios en ella.

Lastimosamente vemos a muchas personas que evitan ir a la mezquita; algunos se sienten como prisioneros una vez que entran en la mezquita y no pueden esperar a salir de ella; otros discuten en ella y actúan como si no estuviesen en un lugar de adoración. Por otro lado, uno se deleita al ver a quienes están casi siempre en la mezquita, yendo de un acto de adoración a otro, rezando, recitando el Corán, mencionando el Nombre de Al-lah y suplicando. Rogamos a Al-lah que Lleve a los musulmanes de vuelta a su religión.

La parcela islámica del Cementerio de Derio, junto a Bilbao


Aunque las conversaciones de la Comunidad Musulmana con las instituciones se iniciaron unos años antes, fue en 2007 cuando desde el Ayuntamiento de Bilbao recibimos el apoyo suficiente para poder disponer de una parcela adecuada del Cementerio de Derio destinada a los enterramientos de musulmanes. En 2008 se firmó un Convenio específico con la Diputación de Bizkaia. Tenemos que agradecer tanto al Ayuntamiento de Bilbao como a la Diputación su óptima disposición y amabilidad. Inch´Allah esperemos poder seguir colaborando de esta forma tan eficaz y satisfactoria en los diversos asuntos que la Comunidad Musulmana en Bizkaia trata de gestionar para facilitar la convivencia intercultural en nuestro Territorio.

Jutba sobre la educación de los hijos en el Islam

viernes, 15 de octubre de 2010

Alabado sea Allah, Quien nos guió [agraciándonos con la fe] y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido por Él. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero. ¡Allah! Bendice a Muhammad, su familia, sus compañeros y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Hermanos en la fe! Entre las mayores gracias de Allah para con sus siervos está, como se menciona en el Sagrado Corán: "El crea lo que quiere concediéndole a quien quiere hembras y a quien quiere varones. O concediéndole parejas de varones y hembras y a quien quiere lo hace estéril." (42) :49-50.

El amor por la descendencia está en la naturaleza humana, por lo que buscar hijos no es algo extraño, ya que los bienes y los hijos son parte del encanto de la vida en este mundo. Allah dice: “Los bienes y los hijos son parte de los encantos de la vida mundanal” (18) : 46.

Si el ser humano desea tener una descendencia de creyentes que adoren a Allah, lo natural es que suplique al Creador que le dé hijos creyentes y piadosos que sigan el Islam, que obedezcan a Allah, que obren el bien, que se aparten del mal, que le hagan feliz al contemplarlos. Allah dice: “Aquellos que piden: ¡Oh, Señor nuestro! Concédenos esposas e hijos que sean un motivo de alegría y tranquilidad para nosotros, y haz que seamos un ejemplo para los piadosos” (25):74.
Muchos padres esperan la benevolencia y respeto de sus hijos, y esto es un deber para los hijos, pero muchos padres se quejan de la rebeldía de sus hijos, su descarrío y pésimas conductas.
Por encima de los medios que pudiesen llevar a los hijos al mal camino está la responsabilidad de los padres, ya que el niño viene al mundo en el estado natural (fitrah) con tendencia a creer en Allah, un estado natural puro, pero es posible que la sociedad, los lugares que frecuenten sean un motivo de contaminación y de corrupción de dicha naturaleza y de su religiosidad. Por ello se debe tener presente que los padres son los que más interfieren en la rectitud de los hijos, en su destrucción y corrupción. A este respecto, en el hadiz del Mensajero de Allah (PyB) se menciona: “Todo recién nacido viene al mundo en la fitrah (estado natural de tendencia a creer en Allah), pero son sus padres lo que lo hacen un judío, un cristiano, o un adorador del fuego” (Al Bujari).
Por esto es que el Islam ha establecido como uno de los grandes deberes para los padres el criar y educarl correctamente a los hijos, considerando toda negligencia en este deber como una injusticia para el alma de éstos y para la sociedad ¿Estamos cumpliendo con este deber? Antes de censurar a nuestros hijos y quejarnos de su descarrío tenemos que preguntarnos: ¿Hemos cumplido correctamente con ellos cuando eran pequeños y les enseñamos el Islam? ¿Sembramos y afirmamos la creencia correcta en sus almas? ¿Les acostumbramos a realizar la oración como nos ordenó el Mensajero de Allah (PyB)?: “Ordenarles hacer la oración a los siete años y regañarlos a los diez si no la cumplen” (Abu Daud).

¿Les hemos educado con amor por Allah y Su Mensajero (PyB)? ¿Nos ocupamos de que memoricen el Libro de Allah? ¿Les alentamos a que lean sobre la Sunnah Profética? ¿Les llevamos con nosotros a las reuniones de aprendizaje y a escuchar la jutbah en la mezquita? ¿Les inculcamos los valores loables del Islam? ¿Les dedicamos tiempo a nuestros hijos para saber sobre su comportamiento en el hogar, en la calle y en la escuela? ¿Somos un ejemplo de piedad para ellos? ¿Les educamos de forma correcta o dejamos que sea la calle la que les eduque con sus inapropiados valores? Son numerosas las preguntas que debemos hacernos con sinceridad.
La realidad es que hemos descuidado a nuestros hijos, no me refiero a la comida, la ropa y la vivienda, ni a los asuntos complementarios y la diversión, esto es algo de lo que todos nos ocupamos, pero sí les hemos descuidado respecto a purificar sus almas, para que adquieran una buena moral, que se críen en la religión y la adoración, dándoles un ejemplo de virtuosidad de nuestra parte. Si tienen dudas al respecto, pregúntenles a sus hijos acerca de su religión, de su adoración, de la oración, verán que sólo saben de la oración hacer los movimientos, no la realizan con concentración y tranquilidad. Pregúntenles acerca del Corán y de los hadices del Profeta, pregúntenles sobre la historia del Islam, sobre los nombres de algunos sahabas, es muy probable que no puedan responder acerca de lo que les preguntan.

Puede que algún padre regañe a su hijo diciéndole que le ha desobedecido y la respuesta sea: “Tú no has cumplido conmigo de pequeño, yo ahora no lo hago contigo. Me abandonaste siendo niño, yo te abandono siendo viejo”. Si descuidamos la conducta de nuestros hijos en un principio el final será lamentable. ¿Qué esperábamos si desobedecimos las órdenes de Allah? Fuimos negligentes y no les enseñamos a aprovechar el tiempo, Allah dice: “¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras” (66) : 6.
No pensemos que hay alguno de nosotros que no tema que su hijo sea castigado en el Fuego, aún más tememos porque se claven una pequeña espina ¿Cómo podemos aceptar que sean torturados en el Infierno? ¡Siervos de Allah! Muchos padres ven la mala conducta de sus hijos y su desobediencia y ruegan contra ellos, no saben que el ruego de los padres por sus hijos es respondido, o es posible que lo hagan justo en un momento en que las súplicas son respondidas y el hijo sea azotado y desdichado. El Profeta (PyB) advirtió: “No roguéis en contra vuestra, ni lo hagáis en contra de vuestros hijos, no roguéis contra vuestros bienes, es posible que sea justo el momento en que Allah responda los ruegos” (Muslim).

Dijo el Mensajero de Allah (PyB) Tres súplicas son respondidas sin duda alguna: “El ruego del oprimido, el del viajero y el del padre por su hijo” (Ibn Mayah).
¡Padres y madres! Mientras sean respondidas las súplicas por qué no vamos a aprovechar para hacerlas, tal vez sean un motivo por el cual Allah guíe a nuestros hijos. Los Profeta y Mensajeros no cesaban de rogar para que Allah les agraciara con una descendencia piadosa, por ejemplo.
Abraham (con él sea la paz) pidió: “¡Oh, Señor mío! Concédeme un hijo justo.” (37):100 “¡Oh, Señor mío! Haz que tanto yo como mis descendientes seamos fervientes practicantes de la oración. ¡Oh, Señor nuestro! Acepta mi súplica” (14) :40.
Zacarías (con él sea la paz) rogó: “¡Señor mío! Concédeme una descendencia buena, Tú escuchas los ruegos” (3:38). Allah dice respecto de las virtudes de los siervos del Clemente: “Aquellos que piden: ¡Oh, Señor nuestro! ¡Concédenos esposas e hijos que sean un motivo de alegría y tranquilidad para nosotros, y haz que seamos un ejemplo para los piadosos” (25):74.

Incrementen las súplicas por sus hijos, sepan que si son piadosos se van a beneficiar luego de que dejen este mundo con el ruego de sus hijos por ustedes. Siembren el amor por Allah y por el Profeta (PyB) en sus corazones, ocupen su tiempo libre con cosas beneficiosas, hagan que tengan ganas de ir a la mezquita desde pequeños.

Que Allah nos bendiga con el Grandioso Corán y nos guíe para que Le temamos como se merece. Y pido a Allah que perdone nuestros pecados, pues Él es Absolvedor, Misericordioso.
Alabado sea Allah, Quien fortalece y eleva a los creyentes. Atestiguo que no hay otra divinidad salvo Allah, Único sin asociados, y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia y compañeros.
¡Siervos de Allah! Afirmaos en el Islam aferrándoos al asidero más firme y sabed que Allah está con la comunidad y quien se aparte de ella será castigado el Día del Juicio.

¡Allah! Te ruego indulgencia y bienestar en esta vida y en la otra. ¡Allah! Te ruego indulgencia y bienestar en mis asuntos religiosos y mundanales, mi familia y mis bienes. ¡Allah! Cubre mis debilidades y sosiega mis miedos. ¡Allah! Protégeme por delante, por detrás, por mi derecha, por mi izquierda y por encima de mí. Me refugio en Tu grandeza de ser engullido por la tierra.
Allah (swt) dice en el Sagrado Corán: "Allah ordena ser equitativo, benevolente y ayudar a los parientes cercanos. Y prohíbe la obscenidad, lo censurable y la opresión. Así os exhorta para que reflexionéis." (16) : 90
Invocad a Allah el Grandioso que Él os recordará siempre y agradecedle por Sus gracias, ya que Él os las incrementará.
Sabed que Él está bien informado de lo que hacéis, temedle pues, y pedid bendiciones por el Profeta Muhammad, y repetid: Allahumma Sali ala mohamad wala ali mohamad wasalem tasliman kathira

Clases de árabe para niños y cursos para adultos

lunes, 4 de octubre de 2010
Assalamu alaykum.
Os comunicamos que inch´Allah el domingo 10 de octubre se iniciarán las clases de lengua árabe en la Mezquita Assalam.
El curso arranca con 6 grupos (y 6 profesores), de los cuales 5 estarán dirigidos a niños y adolescentes (clases de 12 a 14 horas) y 1 a adultos (también de 12 a 14h).
Las tarifas previstas son las siguientes:
10 € mensuales por niño o adulto, 15€ si son 2 niños y 20€ si son 3 niños.
Interesados poneros en contacto con Assalam.

Jutba sobre el aprovechamiento del tiempo mediante obras piadosas


Alabado sea Allah por haber dispuesto que este mundo sea como un lugar de cultivo para cosechar en la Otra Vida. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados, el Soberano, el Poderoso y Generoso. Y atestiguo que Muhammad es su siervo y Mensajero. Que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia, compañeros y con todos aquellos que sigan la Guía hasta el día del Juicio Final.
Temed a Allah (swt) y aprovechad el tiempo en lo que os beneficiará en la Otra Vida: " Ese día, de nada servirá la riqueza ni los hijos, Y sólo estará a salvo quien tenga el corazón exento de idolatría" (26:88-89).
Sabed que el tiempo es algo muy valioso, cada instante que transcurre sin que realicemos buenas obras es una pérdida de la que nos lamentaremos. Allah (swt) dice: "Juro por el transcurso del tiempo. Que ciertamente los hombres están perdidos. Salvo aquellos que creen, obran rectamente, se aconsejan mutuamente cumplir cabalmente [con los preceptos divinos] y ser pacientes y perseverantes" (103).
Ibn Kazir dijo: Se refiere al transcurso del tiempo en el que suceden las obras de los humanos. "Que ciertamente los hombres están perdidos" significa que todo ser humano, en su comercio, en su afán por los logros mundanos, está perdido y descarriado hasta que le llegue la muerte. "Salvo aquellos que creen, obran rectamente" Éstos se benefician y no tienen pérdidas, pues trabajaron para la Otra Vida y no se distrajeron en cosas mundanas.
¡Hermano! Reflexiona sobre en cuál de los dos grupos te encuentras: ¿Con los perdidos y descarriados o con los que sacan provecho verdadero de esta vida? El tiempo es un gran oportunidad que no retorna, sino que se van registrando las obras a favor o en contra tuya. Aprovecha tu tiempo. Allah (swt) creó el día y la noche para adorarlo: "Y Él es Quien dispuso la sucesión de la noche y el día para que reflexionéis [sobre Su grandiosidad] y Le agradezcáis" (25:62).
Estableció que se realizase la oración cinco veces al día en determinados momentos del mismo: "Observa las oraciones prescritas desde pasado el mediodía hasta la oscuridad de la noche [las oraciones del mediodía, media tarde, ocaso y noche.] Y también la oración del alba,
2 Nuestra Jutba www.cciar.com
y prolonga la recitación en ella, pues ésta es atestiguada [por los Ángeles de la noche y el día]" (17:78).
Allah (swt) estableció que declaremos Su unicidad, grandiosidad, que Le alabemos y glorifiquemos en todo momento, en particular luego de realizar las oraciones, en la mañana y en la tarde, Él (swt) dice: "¡Oh, creyentes! Recordad constantemente a Allah. Y glorificadle mañana y tarde" (33:41-42). Y dice: "Recordadme pues, que Yo os recordaré, agradecedme [Mis mercedes] y no seáis ingratos" (2:152). El Profeta (sws) recordaba a Allah en todo momento.
Si observamos el ayuno, Allah (swt) ordenó ayunar en el mes de Ramadán, y estableció ayunos voluntarios como los días lunes y jueves, tres días cada mes, los diez primeros días de Dhul Hiyyah, seis días en Shawal para quienes ayunaron en Ramadán, ayunar asiduamente en Sha´ban y gran parte de Muharraq, y para aquel que quiera y pueda ayunar aún más puede hacerlo día por medio, y abstenerse de ayunar los día en que está prohibido.
En cuanto a la adoración con los bienes, existe una contribución obligatoria (el zakat) y otras voluntarias (los donativos). Allah (swt) elogia a quienes dan donativos en todo momento, según las necesidades: "Quienes hagan caridad con sus bienes, noche y día, en privado o en público, tendrán su recompensa junto a su Señor, y no temerán ni se entristecerán" (2:274).
Allah (swt) estableció como obligatorio hacer la peregrinación una vez en la vida si se cuenta con los medios.
Así podemos apreciar que toda la vida del ser humano está rodeada de buenas obras para realizar, incluso en los momentos de descanso, en el buen trato con la esposa, en consolar a un hermano en la fe, incluso alimentarse y dormir si se hacen con la intención de que ello lo fortalezca para seguir adorando a Allah (swt) se considera también un acto de adoración.
En un hadiz extenso Abu Dharr (ra) narró que le preguntó al Profeta (sws). ¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Qué contenían las páginas reveladas a Abraham? Me dijo: "Eran todo sabiduría, mencionaba: ¡Oh, rey, soberbio y orgulloso! No te he concedido lo que tienes para que sólo obtengas cada vez más riquezas en este mundo, sino para que no haya injusticias, pues Yo siempre respondo al ruego del oprimido aunque sea un incrédulo. También contenía ejemplos. Todo creyente razonable debe dedicarle un tiempo a la adoración, otro a la reflexión sobre sus obras, sobre todo lo maravilloso creado por Allah, y otros momentos para alimentarse y descansar.
Toda persona razonable debe tener muy en cuenta su tiempo para aprovecharlo y cuidar sus palabras, porque aquel que reflexione sobre sus propias palabras, no se inmiscuirá en lo que no le atañe”. Luego le pregunté: ¿Y qué contenía la revelación a Moisés? Me dijo: "Era todo reflexión y ejemplos. Qué sorprendente que alguien tenga la certeza sobre lo que le sucede a la muerte y luego se sienta contento. Me sorprende que quienes ven cómo va cambiando las cosas en este mundo, se puedan sentir tranquilos en él. Me sorprenden aquellos que están seguros que deberán rendir cuenta de sus actos no realicen obras buenas". Le dije: ¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Hay algo que nosotros tengamos a nuestro alcance de lo que había en las revelaciones hechas a Abraham, Moisés y a ti? Me dijo: "Y por cierto que triunfará quien se purifique [de todo tipo de idolatría], recuerde a su Señor y haga la oración obligatoria. Pero vosotros [¡Oh,
hombres!] preferís la vida mundanal. Y sabed que la otra vida es mejor y eterna. Ciertamente este Mensaje se encuentra mencionado en las primeras revelaciones. En las páginas reveladas a Abraham y a Moisés" (87:14 a 19).
¡Hermanos! Si el tiempo tiene tal importancia ¿por qué no lo aprovechamos para hacer el bien? El ser humano debería cuidarlo más que al oro y la plata, y no emplearlo sino para lo que le beneficie. A aquel que malgaste su dinero se le considera un tonto ¿Cómo considerar a quien pierde su tiempo, siendo que éste tiene mucho más valor? Allah (swt) dice: "¿Acaso no son ellos los necios? Pero no lo saben" (2:13). Y dice: "¿Y quién reniega de la religión de Abraham sino el de espíritu necio?" (2:130).
Hemos perdido mucho de nuestro preciado tiempo en cosas sin beneficio, e incluso perjudiciales. Muchos, cuando entran en la mezquita sienten que están en una prisión hasta que salen; cuando comienza la oración se sienten encadenados e intentan zafarse de ellas, se agitan y se adelantan al imam, y si hacen la oración solo, la hacen muy apresuradamente y desconcentrados. Algunos siempre llegan a la mezquita cuando se dice la Iqamah, o cuando ya transcurrió la mayor parte de la oración, temerosos de perder algo de tiempo en la mezquita rezando o escuchando la jutba, pero si se trata de asuntos mundanos y cosas ilícitas, no dudan en perder su tiempo.
Muchos de los siervos piadosos lloraban cuando les llegaba la muerte y al preguntarles el porqué respondían: Lloro porque una noche no me levanté a orar y por un día que me perdí de ayunar.
Temed a Allah (swt) y aprovechad el tiempo antes de perder tan valiosa oportunidad. Allah (swt) dice: "¡Oh, creyentes! Que vuestros bienes y vuestros hijos no os distraigan del recuerdo de Allah (swt). Y sabed que quienes ésta sea su situación serán los perdedores. Y dad en caridad parte de lo que os hemos proveído antes de que la muerte sobrevenga a alguno de vosotros y entonces diga: ¡Oh, Señor mío! Concédeme un poco más de tiempo para poder hacer donativos y así contarme entre los justos. Pero Allah no concederá otro plazo a ningún alma cuando le llegue su término prefijado, y Allah está bien informado de cuánto hacéis" (63:9 a 11).