Assalamu alaykum, el Islam no se hace por internet, a distancia y en cómodas dosis homeopáticas. El trabajo islámico se hace
en real, en la mezquita, con los hermanos y hermanas, entre hermanos y hermanas. Hay que dedicarle tiempo, energía, recursos de todo tipo. Hay que financiarlo. En serio, de manera concreta, mes a mes, no de manera teórica, simbólica o figurada. Cada uno puede hacer un tipo de aportación. Cada uno puede comprometerse de una manera. La Comunidad musulmana necesita la colaboración de todos los musulmanes y musulmanas. El trabajo islámico, en el camino de Allah, es el que cuenta. No nos dejemos secuestrar por el
dunya, por el trabajo para llegar a final de mes y los estudios y la familia. Eso es importante, por supuesto, pero ¿quién no puede dedicar aunque sea una hora, unas horas al mes, un día al menos, a la mezquita, a una iniciativa que nos sirva para avanzar, para construir esta Umma que tendrán que seguir edificando los niños que van naciendo, los hermanos que vayan llegando, con ayuda de Allah subhana wa ta ala?
Si somos más de 13000 musulmanes legalmente registrados en Euskadi, ¿por qué estamos tan pocos aportando nuestro esfuerzo, aportando nuestra presencia, en los escasos lugares en que nuestra Umma se construye? ¿Estamos siguiendo el modelo del Profeta (saws) y de los compañeros, que Allah esté complacido con ellos? ¿Así se hizo que el Islam irradiara desde el Maghrib hasta Indonesia? ¿Todos y todas nos estamos preguntando qué estamos haciendo, qué quedará apuntado en nuestro libro que pueda ser benéfico no ya para nosotros mismos y nuestra familia cercana, sino para la Umma que se está construyendo? ¿Y si mañana mismo tenemos que rendir cuentas de nuestra misión como creyentes, nosotros, aquí, ahora, ante Allah, el Juez Supremo?
Quiera Allah subhana wa ta ala guiarnos, ayudarnos, facilitar nuestra tarea.
Quiera Allah perdonarnos por nuestros errores y nuestras faltas.
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