Mezquita Assalam Bilbao, 8 de abril de 2011 Bismillahi Arrahman Arrahim, Allah Errukitsu eta Bihozberaren izenean, En el nombre de Allah, el muy Clemente, el muy Misericordioso. Alabado sea Allah, Señor del Universo. Doy testimonio de que nada ni nadie merece ser adorado sino Allah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y Su mensajero. Hermanos, el tema de la jutba de hoy es el trato a los padres en el Islam. Y dice Allah subhana wa ta ala en la Sura del Viaje Nocturno: “Tu Señor ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez junto a ti, no seas insolente con ellos y ni siquiera les digas “¡uff!”. Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y clemencia y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos, como ellos la tuvieron conmigo cuando yo era pequeño!” (17:23-24) Hermanos, cuando Allah subhana w ata ala invita al monoteísmo en el Quraan en muchas ocasiones nos recuerda que hay que ser buenos con los padres y conocemos varias maneras de seguir ese camino. La primera y más sencilla es a través de las palabras. Un estudiante del Islam habló en una conferencia sobre el amor, el buen trato y palabras amables para con los padres. Entre otras cosas señaló que hay que decir a los padres que se les ama. Varios días después, un hermano que le escuchó hablar en la conferencia se le acercó a darle las gracias. Dijo: “Cuando acabó la conferencia llamé a mi padre por teléfono, él vive muy lejos de aquí, y le dije que le quería. Mi padre no hizo otra cosa más que llorar, porque nunca en mi vida le había dicho eso”. ¿Cuántas veces decimos a los padres que les queremos? Hermanos, debemos recordar que la persona más importante en este mundo es la madre. Un discípulo le preguntó al Profeta (s.a.w.s.) que quién era la persona más digna de merecer la mejor compañía, y él le respondió: Tu madre. Seguidamente le preguntó: ¿y después quién? Y el Profeta respondió: tu madre. El hombre preguntó otra vez: ¿y quién luego? Muhammad (s.a.w.s.) dijo: tu madre, y luego tu padre. La madre tiene un valor tres veces superior al padre. Otra manera de tratarles bien, es no llamarles por sus nombres, sino decirles “papá” y “mamá”. Ya que esto les hace sentir mejores y que reconocemos el alto valor que tienen. El Corán prohíbe que uno sea malo con ellos en cuanto a las palabras. Podemos leer en el Sagrado Quraan: “ Y no les digas a ellos ni siquiera ¡uff!”. Señalan los expertos que si existiera una palabra mala menor que “uff”, Allah la hubiera prohibido en el Corán. Tenemos que tratar muy bien a nuestros padres. Otra forma de ser buenos con ellos, es a través de nuestra compañía, de nuestra presencia. Los ulema dicen que no está permitido abandonar la ciudad si los padres no dan permiso. Y en tiempos del Profeta (saws), un joven quiso acompañarlo para servir a la causa de Allah a su lado, pero el Profeta le preguntó: ¿tus padres viven? El joven dijo: sí. Muhammad concluyó: pues entonces el Paraíso está al lado de tus padres. Los derechos de los padres se dividen en dos: en esta vida, y en la otra. Los derechos en esta vida son tratarlos bien y con cariño tanto en las palabras como en las acciones. El segundo de los grandes pecados, justo después del politeísmo, es el ser injusto y/o despreocuparse de los padres. El Profeta (s.a.w.s.) dijo que el que hace llorar a sus padres incurre en una falta gravísima y se ha ganado por ello el enojo de Allah subhana wa ta ala. Dice el Corán, en la Sura Luqman: “Y por cierto que ordenamos al hombre ser benevolente con sus padres. Su madre lo ha llevado en el vientre con esfuerzo, y le ha dado a luz con dolor y, el periodo de lactancia dura dos años. Sé agradecido conmigo y con tus padres. A Mí has de volver.” (31:13) Hay que invocar mucho a Allah subhana wa ta ala por ellos. Los derechos de los padres en la otra vida, después de la muerte son los siguientes: pedir el perdón de Dios para ellos y la misericordia. Allah eleva en grados a los que piden mucho por sus padres. Otra forma, es ser buenos con las personas cercanas a los padres. El ser bueno con los hermanos de la familia, tanto con los padres vivos como muertos. Si los padres están muertos el trato bueno a los hermanos es mejor, ya que son huérfanos de tu propia familia. También hay que ser buenos con los amigos de los padres. Hay que ver las causas que nos hacen ser benévolos con los padres: 1-Suplicar a Allah que nos conceda tener mucha bondad con ellos. 2-Suplicar a Dios que nos aleje de hacerles sufrir, de desobedecerles, de no tratarles como merecen. En tiempos del Profeta (s.a.ws.) un hombre hizo la peregrinación llevando a su madre anciana en una silla sobre sus propios hombros, después se acercó a Muhammad y le dijo: ¿He cumplido como merece mi madre con este acto? Y el Profeta respondió: Todo lo que has hecho no equivale a una de las contracciones que tu madre sufrió cuando estabas en su vientre. 3-Sentir, saber y tener presente que los padres no son eternos, y que tarde o temprano se van a ir. Puede ser que nosotros nos vayamos de este mundo antes que ellos. Pensad en cuánta gente se lamenta: “¿Cómo me hubiera portado yo con mi padre o mi madre si estuvieran vivos?”. Hay que tener presente que todo se acaba. Si no somos buenos con ellos, luego vamos a arrepentirnos mucho. 4-Allah promete la paz en el corazón a la gente que se encuentra bien con sus padres. 5-Allah responde a las súplicas de aquellos que son buenos con sus padres. Omar ibh al-Jatab fue adonde un hombre que era muy bueno con su madre para decirle que implorara a Allah por él. “Ruego a Allah subhana wa ta ala que nos haga de los que se arrepienten, de los que piden perdón, que nos perdone y sea misericordioso con nosotros, Él es el Perdonador, el Misericordioso.” (Chej Moneir Mahmoud Ali Al Messery) Assalamu alaykum.
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