Alabado sea Allah, Quien nos guió [agraciándonos con la fe] y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido por Él. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero. ¡Allah! Bendice a Muhammad, su familia, sus compañeros y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Hermanos en la fe! Entre las mayores gracias de Allah para con sus siervos está, como se menciona en el Sagrado Corán: "El crea lo que quiere concediéndole a quien quiere hembras y a quien quiere varones. O concediéndole parejas de varones y hembras y a quien quiere lo hace estéril." (42) :49-50.
El amor por la descendencia está en la naturaleza humana, por lo que buscar hijos no es algo extraño, ya que los bienes y los hijos son parte del encanto de la vida en este mundo. Allah dice: “Los bienes y los hijos son parte de los encantos de la vida mundanal” (18) : 46.
Si el ser humano desea tener una descendencia de creyentes que adoren a Allah, lo natural es que suplique al Creador que le dé hijos creyentes y piadosos que sigan el Islam, que obedezcan a Allah, que obren el bien, que se aparten del mal, que le hagan feliz al contemplarlos. Allah dice: “Aquellos que piden: ¡Oh, Señor nuestro! Concédenos esposas e hijos que sean un motivo de alegría y tranquilidad para nosotros, y haz que seamos un ejemplo para los piadosos” (25):74.
Muchos padres esperan la benevolencia y respeto de sus hijos, y esto es un deber para los hijos, pero muchos padres se quejan de la rebeldía de sus hijos, su descarrío y pésimas conductas.
Por encima de los medios que pudiesen llevar a los hijos al mal camino está la responsabilidad de los padres, ya que el niño viene al mundo en el estado natural (fitrah) con tendencia a creer en Allah, un estado natural puro, pero es posible que la sociedad, los lugares que frecuenten sean un motivo de contaminación y de corrupción de dicha naturaleza y de su religiosidad. Por ello se debe tener presente que los padres son los que más interfieren en la rectitud de los hijos, en su destrucción y corrupción. A este respecto, en el hadiz del Mensajero de Allah (PyB) se menciona: “Todo recién nacido viene al mundo en la fitrah (estado natural de tendencia a creer en Allah), pero son sus padres lo que lo hacen un judío, un cristiano, o un adorador del fuego” (Al Bujari).
Por esto es que el Islam ha establecido como uno de los grandes deberes para los padres el criar y educarl correctamente a los hijos, considerando toda negligencia en este deber como una injusticia para el alma de éstos y para la sociedad ¿Estamos cumpliendo con este deber? Antes de censurar a nuestros hijos y quejarnos de su descarrío tenemos que preguntarnos: ¿Hemos cumplido correctamente con ellos cuando eran pequeños y les enseñamos el Islam? ¿Sembramos y afirmamos la creencia correcta en sus almas? ¿Les acostumbramos a realizar la oración como nos ordenó el Mensajero de Allah (PyB)?: “Ordenarles hacer la oración a los siete años y regañarlos a los diez si no la cumplen” (Abu Daud).
Por encima de los medios que pudiesen llevar a los hijos al mal camino está la responsabilidad de los padres, ya que el niño viene al mundo en el estado natural (fitrah) con tendencia a creer en Allah, un estado natural puro, pero es posible que la sociedad, los lugares que frecuenten sean un motivo de contaminación y de corrupción de dicha naturaleza y de su religiosidad. Por ello se debe tener presente que los padres son los que más interfieren en la rectitud de los hijos, en su destrucción y corrupción. A este respecto, en el hadiz del Mensajero de Allah (PyB) se menciona: “Todo recién nacido viene al mundo en la fitrah (estado natural de tendencia a creer en Allah), pero son sus padres lo que lo hacen un judío, un cristiano, o un adorador del fuego” (Al Bujari).
Por esto es que el Islam ha establecido como uno de los grandes deberes para los padres el criar y educarl correctamente a los hijos, considerando toda negligencia en este deber como una injusticia para el alma de éstos y para la sociedad ¿Estamos cumpliendo con este deber? Antes de censurar a nuestros hijos y quejarnos de su descarrío tenemos que preguntarnos: ¿Hemos cumplido correctamente con ellos cuando eran pequeños y les enseñamos el Islam? ¿Sembramos y afirmamos la creencia correcta en sus almas? ¿Les acostumbramos a realizar la oración como nos ordenó el Mensajero de Allah (PyB)?: “Ordenarles hacer la oración a los siete años y regañarlos a los diez si no la cumplen” (Abu Daud).
¿Les hemos educado con amor por Allah y Su Mensajero (PyB)? ¿Nos ocupamos de que memoricen el Libro de Allah? ¿Les alentamos a que lean sobre la Sunnah Profética? ¿Les llevamos con nosotros a las reuniones de aprendizaje y a escuchar la jutbah en la mezquita? ¿Les inculcamos los valores loables del Islam? ¿Les dedicamos tiempo a nuestros hijos para saber sobre su comportamiento en el hogar, en la calle y en la escuela? ¿Somos un ejemplo de piedad para ellos? ¿Les educamos de forma correcta o dejamos que sea la calle la que les eduque con sus inapropiados valores? Son numerosas las preguntas que debemos hacernos con sinceridad.
La realidad es que hemos descuidado a nuestros hijos, no me refiero a la comida, la ropa y la vivienda, ni a los asuntos complementarios y la diversión, esto es algo de lo que todos nos ocupamos, pero sí les hemos descuidado respecto a purificar sus almas, para que adquieran una buena moral, que se críen en la religión y la adoración, dándoles un ejemplo de virtuosidad de nuestra parte. Si tienen dudas al respecto, pregúntenles a sus hijos acerca de su religión, de su adoración, de la oración, verán que sólo saben de la oración hacer los movimientos, no la realizan con concentración y tranquilidad. Pregúntenles acerca del Corán y de los hadices del Profeta, pregúntenles sobre la historia del Islam, sobre los nombres de algunos sahabas, es muy probable que no puedan responder acerca de lo que les preguntan.
Puede que algún padre regañe a su hijo diciéndole que le ha desobedecido y la respuesta sea: “Tú no has cumplido conmigo de pequeño, yo ahora no lo hago contigo. Me abandonaste siendo niño, yo te abandono siendo viejo”. Si descuidamos la conducta de nuestros hijos en un principio el final será lamentable. ¿Qué esperábamos si desobedecimos las órdenes de Allah? Fuimos negligentes y no les enseñamos a aprovechar el tiempo, Allah dice: “¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras” (66) : 6.
No pensemos que hay alguno de nosotros que no tema que su hijo sea castigado en el Fuego, aún más tememos porque se claven una pequeña espina ¿Cómo podemos aceptar que sean torturados en el Infierno? ¡Siervos de Allah! Muchos padres ven la mala conducta de sus hijos y su desobediencia y ruegan contra ellos, no saben que el ruego de los padres por sus hijos es respondido, o es posible que lo hagan justo en un momento en que las súplicas son respondidas y el hijo sea azotado y desdichado. El Profeta (PyB) advirtió: “No roguéis en contra vuestra, ni lo hagáis en contra de vuestros hijos, no roguéis contra vuestros bienes, es posible que sea justo el momento en que Allah responda los ruegos” (Muslim).
Dijo el Mensajero de Allah (PyB) Tres súplicas son respondidas sin duda alguna: “El ruego del oprimido, el del viajero y el del padre por su hijo” (Ibn Mayah).
¡Padres y madres! Mientras sean respondidas las súplicas por qué no vamos a aprovechar para hacerlas, tal vez sean un motivo por el cual Allah guíe a nuestros hijos. Los Profeta y Mensajeros no cesaban de rogar para que Allah les agraciara con una descendencia piadosa, por ejemplo.
Abraham (con él sea la paz) pidió: “¡Oh, Señor mío! Concédeme un hijo justo.” (37):100 “¡Oh, Señor mío! Haz que tanto yo como mis descendientes seamos fervientes practicantes de la oración. ¡Oh, Señor nuestro! Acepta mi súplica” (14) :40.
Zacarías (con él sea la paz) rogó: “¡Señor mío! Concédeme una descendencia buena, Tú escuchas los ruegos” (3:38). Allah dice respecto de las virtudes de los siervos del Clemente: “Aquellos que piden: ¡Oh, Señor nuestro! ¡Concédenos esposas e hijos que sean un motivo de alegría y tranquilidad para nosotros, y haz que seamos un ejemplo para los piadosos” (25):74.
Incrementen las súplicas por sus hijos, sepan que si son piadosos se van a beneficiar luego de que dejen este mundo con el ruego de sus hijos por ustedes. Siembren el amor por Allah y por el Profeta (PyB) en sus corazones, ocupen su tiempo libre con cosas beneficiosas, hagan que tengan ganas de ir a la mezquita desde pequeños.
Que Allah nos bendiga con el Grandioso Corán y nos guíe para que Le temamos como se merece. Y pido a Allah que perdone nuestros pecados, pues Él es Absolvedor, Misericordioso.
Alabado sea Allah, Quien fortalece y eleva a los creyentes. Atestiguo que no hay otra divinidad salvo Allah, Único sin asociados, y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia y compañeros.
¡Siervos de Allah! Afirmaos en el Islam aferrándoos al asidero más firme y sabed que Allah está con la comunidad y quien se aparte de ella será castigado el Día del Juicio.
¡Allah! Te ruego indulgencia y bienestar en esta vida y en la otra. ¡Allah! Te ruego indulgencia y bienestar en mis asuntos religiosos y mundanales, mi familia y mis bienes. ¡Allah! Cubre mis debilidades y sosiega mis miedos. ¡Allah! Protégeme por delante, por detrás, por mi derecha, por mi izquierda y por encima de mí. Me refugio en Tu grandeza de ser engullido por la tierra.
Allah (swt) dice en el Sagrado Corán: "Allah ordena ser equitativo, benevolente y ayudar a los parientes cercanos. Y prohíbe la obscenidad, lo censurable y la opresión. Así os exhorta para que reflexionéis." (16) : 90
Invocad a Allah el Grandioso que Él os recordará siempre y agradecedle por Sus gracias, ya que Él os las incrementará.
Sabed que Él está bien informado de lo que hacéis, temedle pues, y pedid bendiciones por el Profeta Muhammad, y repetid: Allahumma Sali ala mohamad wala ali mohamad wasalem tasliman kathira
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